¿Qué pasa cuando un gobierno justifica públicamente la posibilidad de no cumplir con los preceptos Constitucionales del país? ¿Cuándo se propone violar flagrantemente la Ley 66’97 General de Educación que establece invertir el 4% del PIB en el sistema educativo? ¿Cómo puede legitimarse frente a sus ciudadanos cuando toma la iniciativa de transferir $4,000 millones de pesos del presupuesto del ministerio de educación a otras entidades?

Todo esto en el entendido de que en los meses que quedan del presente año, el MINERD carece de capacidad institucional, para gestionar -invertir- adecuadamente este monto. Lo que nos lleva a preguntarnos: ¿El Gobierno no cuenta con una hoja de ruta para el sector educación? ¿No existen prioridades educativas establecidas? ¿El país no cuenta con un Pacto para la Reforma Educativa, qué pueda orientar las ejecutorias?

En su primer discurso como presidente Luis Abinader abordó justamente el tema educativo y manifestó su desconcierto por la forma errónea en cómo se invertían los recursos y a la vez recalcó su compromiso de “garantizar que nadie se quedaría sin un cupo escolar, sin una oportunidad de formarse, de capacitarse, desarrollarse y tener acceso al éxito”. Eso fue solo hace 2 años. ¿Será que el gobierno desconoce que más de 300 mil niños están en riesgo de no ser matriculados en este año escolar, por falta de espacio físico? ¿Será que, a mitad del camino, el gobierno decidió cambiar el rumbo o montar otro discurso?

Recordemos que la asignación del 4%, como diría el máximo pensador y líder de PRM José Fco. Peña Gómez, es una conquista de la gente y para la gente, que miles de dominicanos salimos durante meses a las calles reclamando una inversión digna y justa para mejorar la educación dominicana y entre ellos el hoy presidente Abinader; mismo que firmó el Pacto Nacional para la Reforma Educativa 2014-2030 en el que se ratificó el compromiso de asignar el 4%,  y que hoy como líder de todo el gobierno, tiene la oportunidad de demostrar coherencia. Sin embargo ¿Qué hace su equipo gubernamental? Despacharse con una de las propuestas más nefastas que hemos escuchado en los últimos años; privar de lo que por derecho propio pertenece a todos, una educación de calidad.

Pero cuando se trata de educación, nuestro país tiene un ejército de voces amarillas, voces que estamos atentas, vigilantes para actuar, porque cuando se atenta contra una conquista ciudadana la gente se resiente, se indigna y se pronuncia. Y surtió efecto o al menos eso quiero creer. El gobierno ha reculado en sus intenciones, pero no por voluntad propia, es que no ha tenido de otra.

Como dijo en su primer discurso el presidente: “para lograr las mejoras necesarias se hace indispensable el compromiso y la participación entusiasta de la comunidad; y aquí estamos Sr. Presidente, activamente participando, oponiéndonos y recordándole su compromiso constitucional de hacer cumplir la ley.